En esta entrada os vengo a hablar de los tipos de iluminación
que podemos usar a la hora de realizar una fotografía. En primer lugar, es
esencial saber que foto queremos conseguir y tener bien claro el encuadre y la posición.
Seguido de esto, hay que tener en cuenta de que en exteriores no podremos
cambiar la luz, asi que esto será más para interiores, ya sea en un estudio o
en una habitación. En primer lugar, os
explicaré cuales son los distintos tipos y que efectos dan.
Empezamos por la iluminación desde arriba o cenital, este
tipo de luz se da en la naturaleza cuando el sol está arriba del objeto o
persona. Generalmente no se suele utilizar como luz principal, si no para dar
brillo al pelo y quitar algunas sombras. Suele generar sombras en las cuencas
de los ojos, por lo que no es recomendable usarla para retrato, a no ser que
estemos usando otras para quitar dicha sombra.
La luz contrapicada o desde abajo, es totalmente contraria a
la que hemos visto anteriormente. Ésta en cambio, no se da en la naturaleza y
da un aspecto más ‘terrorífico’. Apenas se suele utilizar en fotografías.
El siguiente tipo es la luz frontal. Podemos decir que la
luz que normalmente se pone como principal. Genera sombras detrás del sujeto o
de las personas, pero ninguna en el rostro. Suele ser la más usada en retratos
y moda, aunque no es de mis favoritas.
Y ahora vamos con
otro totalmente contrario al anterior, el contraluz. La fuente de luz se ubica frente al
fotógrafo y detrás del objeto a fotografiar, causando un efecto contrario al de
la iluminación frontal. Por medio de esta iluminación se logran imágenes con
elevado contraste. También podemos utilizar el semi-contraluz. Con esta
iluminación la luz recae sobre el objeto de manera intermedia a la lateral y el
contraluz. Su diferencia radica en que las sombras quedan proyectadas en los
primeros planos y los cielos tienden a reproducirse blancos.
Seguimos con la luz
lateral, una de mis favoritas. Se ubica al costado del objeto o persona a
fotografiar, a 90º de la cámara. Como podréis observar, se obtiene media cara
iluminada y media cara oscura. Esta luz suele marcar texturas, como podréis
observar con las arrugas. También
podemos utilizar semi-lateral, en este caso, el objeto o persona a fotografiar
es iluminado en forma diagonal. Es una iluminación intermedia entre la frontal
y la lateral y la luz la colocamos a 45º de la cámara.
Y eso es todo, he
querido incorporar imágenes para que se pueda entender mejor y que no sea tan
pesado. Espero que os haya gustado la entrada y que podáis haber aprendido un
poquito más. No os olvidéis de votar en
la encuesta que he renovado los temas de los que hablar, y si tenéis alguna
duda no dudéis en decírmelo por aquí o por mi ask. ¡Hasta la próxima entrada!
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